"Nosotros consideramos que está dando las respuestas necesarias. Ahora la gente se pregunta dónde están esas respuestas ya que hay muchos roedores, pero hay varias causas de por qué pasa esto, independientemente de tener al mejor controlador de plagas del mundo. Por ejemplo en el barrio paralelo al acceso oeste, a la calle René Favaloro, el club Rosario Central tiene un doble alambrado donde hay un corredor de pastizales son un refugio para los roedores. Ya hablamos con el club, no podemos entrar porque es propiedad privada. Ese es un foco. Hay otro que ocupa una manzana aproximadamente, también privado que se lo disqueó desde el municipio, pero es contraproducente porque cuando crece el pasto está ahí el roedor. En el campo hay granos y ahí viven ellos. ¿Cómo los controlás? Con años de poner cebos, porque es muy difícil. Hay varias colonias y al hacer mucho movimiento de suelo, se está construyendo, se están abriendo calles, las madrigueras que están asentadas se rompen y andan de un lado para el otro y no se los puede controlar”, manifestó Athie.
“El ingeniero me explicó que se habían comido 5 kilos de cebo que es muchísimo y no apareció ninguno muerto. Son venenos potentes y no puede hacer mucho más porque debemos preservar al humano. ¿Qué podemos hacer con ese barrio? Hay que hacer una cuestión puntual en cada domicilio a partir del reclamo por mesa de entrada en el municipio. Con ese método tengo firmas de que están conformes porque el control se hace individualmente”, aclaró el funcionario.