La guardia estuvo movida hubo muchas consultas simples, una embarazada en trabajo de parto fue derivada sin complicaciones y un niño de 11 años llegó al nosocomio para ser atendido porque le abría explotado un petardo cerca del oído, pero fue una atención sin complicaciones extremas.
Los demás pacientes se presentaron con problemas de indigestiones con síntomas de vómitos y diarrea por desajustes en la alimentación o ingesta exageradas de alcohol.