Para conocer detalles, ell Ing. Gabriel Prieto manifestó: “los trabajos que hacemos en el INTA es para responder las preguntas que nos hace el sector. Concretamente, el módulo que tenemos ahora es la siembra de variedades de arvejas que tiene el mercado para ofrecer, que son más de 25 variedades. Argentina tiene anotadas entre 85 y 90 variedades desde el inicio del cultivo a la fecha”, comentó el ingeniero.
“Son elementos nuevos tanto arvejas verdes como amarillas, pero también vamos a mostrar unos ensayos de fecha de siembra y lo hacemos porque se generalizaron hace unos cinco años unas variedades de origen francés, de ciclo largo, que son nuevas y estamos adecuando las fechas y así notar las diferencias en la fecha de la siembra. Es la práctica que tiene más incidencia en el rendimiento. Además tendremos charlas importantes, una es el aporte de la arveja en las rotaciones que hacen los colonos en las siembras y otra donde una fitopatóloga nos va a hablar sobre las enfermedades más comunes de la arveja y cómo podemos controlarla”, continuó diciendo Prieto.
Luego el profesional detalló sobre las variedades de arvejas: “la más común es la que conocemos de grano redondo y verde, la que viene enlatada, que es la que se secó en el campo, se rehidrató para envasar, pero al modificarla, no es la más sabrosa, la que sí es sabrosa es la congelada porque tiene mucho de los azúcares que no se convirtieron en almidón. En el mundo la que más se consume es la amarilla, que en el país ingresó en el año 2000 y hoy de 10 variedades importadas, 8 son amarillas”.
El consumo per cápita en Argentina es de alrededor de 200 gramos anuales, el consumo de cerveza es de 60.000 gramos. Los principales consumidores son China e India. Canadá y Rusia son los mayores exportadores de esta legumbre en el mundo. “Si se adecuaría el país, con menos retenciones y otros impuestos, se podría tener otro rol en el mundo”, sentenció el hombre de campo.
"En Santa Fe se sembraron unas 28.000 has y la misma cantidad de lentejas. En invierno se siembra el 35 % de la tierra disponible, por lo que se podría sembrar mucho más”, concluyó.