Alejandra, una de las víctimas, comentó en Diario de la Mañana como fue el hecho: “veníamos de Arroyo seco de cenar en la casa de unos amigos. Llevamos a mi hija a su casa y mi marido estaciona con la camioneta encendida. Yo bajo a ayudarla a entrar las cosas de los chicos y cuando me subo vemos que sorpresivamente se nos cruza un auto adelante. Me doy cuenta de la situación y cierro la puerta. Se bajan tres delincuentes y uno de ellos portaba un arma y tira tiros al aire. En ese momento, mi marido por reflejo, da marcha atrás para escapar y nos vamos a la comisaría”.
Alejandra comenta que por miedo a que los delincuentes los sigan, no se quisieron bajar del vehículo y tocaron bocina frente a la comisaría esperando que un personal se haga presente y comentarle la situación: “estuvimos tocando bocina y no salía nadie. Entonces nos dirigimos a la Guardia Urbana y allí se acerca un personal de tránsito donde le comentamos la situación y llama al 911. Nos escoltan hasta el lugar donde sucedió el hecho y buscan los casquillos. Pero por lo que me dijo mi hija que estaba adentro de su casa que cuando nosotros nos fuimos marcha atrás ellos se quedaron a juntar los casquillos para no dejar evidencias”.
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