En primer lugar, Gabriela se mostró indignada tras la polémica y difamaciones pronunciadas en contra de su geriátrico. Luego, brindó un resumen de lo ocurrido desde los inicios hasta los últimos hechos:
"Hace desde el año 2014 que funcionaba el hogar de ancianos. Lo pusimos con una médica gerontóloga quien era mi socia. La idea fue la de un proyecto de salud. Lo primero que hicimos fue presentar en el municipio los papeles: se armó una carpeta con planos de evacuación hechos por ingenieros y la aprobación de Bomberos Voluntarios; también se nos exigÃa una salida de evacuación, matafuegos, una salida de emergencias. Los bomberos venÃan a inspeccionar una vez cada 6 meses. También Ãbamos presentando las libretas sanitarias. El personal de trabajo generalmente no se mantiene dado que hay mucha inestabilidad. La gente a veces no quiere perder las asignaciones entonces prefieren que uno no los ponga en blanco. Por eso, Ãbamos llevando continuamente al municipio las libretas sanitarias del personal nuevo que ingresaba. Sin embargo, nunca se aprobó la instalación del geriátrico dado que desde el municipio nos exigÃan algunas modificaciones edilicias.
Estuvimos muchos años con una habilitación provisoria. Empezamos con 10 ancianos pero como en junio vencÃa el contrato y yo pensaba cerrar el geriátrico fui reduciendo la cantidad de personas. No querÃa continuar con esto porque uno acá está siempre en la clandestinidad y eso siempre trae problemas."
Y continuó: "Como en junio pensaba cerrar, habÃa avisado a los familiares de los 4 abuelos que tenÃa y me los llevaba a Baigorria. Dejo con ellos a una encargada llamada G. C, dado que al vivir en Biagorria yo venÃa una vez a la semana. Cada vez que venÃa traÃa la medicación que me indicaban los familiares más los alimentos de los abuelos. Para poder evaluar a un abuelo cuando habla tenés que evaluar la salud mental del abuelo en primera instancia. VÃctor, el abuelo que presentó su testimonio para el diario, estaba en la calle y cobraba una jubilación mÃnima de $5000. Su apoderado era un vecino que se solidarizó con su situación de emergencia y nos solicitan retenerlo en el geriátrico. VÃctor no tiene contacto con su familia.
Es imposible lo que manifestó acerca de la comida. Las comidas las prepara una nutricionista. En la municipalidad hay una carpeta donde está documentado lo que podÃan comer."
Al parecer, las comodidades de los abuelos ingresados al hogar eran excelentes. Contaban con Direct Tv, Internet, un televisor plasma, instalaciones que pueden verse registradas en documentación fotográfica aportada por la dueña del hogar. No obstante, un dÃa viernes como cualquier otro, se comunican con Gabriela informándole que los abuelos habÃan sido trasladados hacia otro domicilio junto con el mobiliario. Como bien expresaba la psicóloga: "Llamaron a los familiares diciendo que yo me habÃa trasladado. El llamado que recibÃan era del señor que alquila la casa por calle Rivadavia. Aparentemente, en coordinación con G. Hacen esta movida y van con un camión de mudanzas y cargan todo."
Al arribar al geriátrico, Gabriela se encuentra con una vivienda completamente desmantelada: "HabÃan roto vidrios, se llevaron hasta las cerraduras de las puertas, camas, televisores, antenas de direct tv, vajillas, toallas. Armaron mi geriátrico en otra dirección y trasladaron a los abuelos.
Voy a la ComisarÃa y solicité que informaran a fiscalÃa y a las familias porque es una responsabilidad civil y penal. Además exigÃa un reintegro de mis cosas. Pero la policÃa al llegar a mi geriátrico no realizó un relevamiento mobiliario como correspondÃa ni tampoco llamaron a la PDI. Nadie corroboró lo que me faltaba. De este modo, me fui e inicie una investigación tanto del accionar policial como de todo lo sucedido. Según lo investigado, el municipio local no toma medidas en el asunto porque los abuelos manifiestan estar bien en esa casa. Asimismo, hubo un rumor acerca de una abuela indocumentada. Gabriela expuso que ningún anciano se encontraba sin documentación bajo su cargo. Al parecer, lo que ocurrió fue que dicha abuela posteriormente fue reubicada con sus familiares.
Finalmente, y lamentando lo ocurrido, expresó: "Hay negligencia por parte del municipio totalmente. No te facilitan las cosas para que todo sea legal pero cuando tienen un caso de ilegalidad tampoco hacen nada. Damián, encargado del área de Habilitaciones, sostiene que no puede sacar a los abuelos del nuevo domicilio porque tienen contrato pero a mà sà me mandaban las inspecciones y me clausuraron un local sin abuelos. Yo voy a llevar esto a otro nivel porque a mà me interesa que desde PAMI se conozca lo ocurrido porque yo pago mi matrÃcula."