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Nicolás se mostró muy indignado tras las declaraciones de la vecina del barrio Güemes. Según su testimonio, el evento se llevó adelante de la mejor manera posible y con mucha transparencia. Incluso, indicó que los organizadores se hicieron presentes en los medios locales de comunicación y proporcionaron un informe con la recaudación obtenida: “Cuestionar el festival está muy mal. Hubo gente del barrio que mientras se hacía el festival estuvo dentro de su casa y el resto de los ciudadanos y los jóvenes ayudando, levantando cosas, acomodando, o bien comprando cosas porque se habían terminado. Sin embargo, a esas personas también se les ofreció lo recaudado. La pintura se gestionó para todos por igual. Se llevó a cabo un relevamiento de las 150 viviendas del barrio.”
Asimismo, manifestó su enojo ante las insistentes quejas de aquellos damnificados que recibieron subsidios, es decir, dinero que no necesita ser devuelto. Como bien mencionaba: “Mi mamá recibió $24.000 por medio de un crédito, dinero que debe ser justificado por medio de recibos. Si bien el acceso al crédito fue una decisión familiar, recibimos $6.000 menos que esta señora quien obtuvo dinero que viene de arriba. Hay personas que recibieron $1.400 y tuvieron la misma cantidad de agua en sus casas que otros vecinos.” Y agregó: “Fue un papelón que entreguen subsidios 8 meses después, independientemente del trabajo realizado; yo valoro mucho todo lo que se llevó a cabo, sé que no fue fácil, nadie estuvo preparado para algo así desde el gobierno para abajo pero creo que fue un papelón.”
Finalmente, Nicolás invitó a la señora a que se acerque a su domicilio o bien se comunique con él por cualquier medio para aclarar lo acontecido durante el festival.
