Murió Diego Armando Maradona

Hablar de Maradona es hablar de fútbol. debe ser el futbolista más reconocido en toda la faz de la tierra. Ese que entraba y salía de un país con una multitud de gente a su alrededor y que nunca pasaba desapercibido. Ese futbolista se fagocitó al hombre, el débil hombre, ese al que sus adicciones lo llevaron a llenar una necrológica un 25 de noviembre de 2020. La fría noticia dirá que tras una crisis cardíaca, falleció en el barrio privado del Partido de Tigre donde estaba viviendo, recuperándose de muchas dolencias que lo aquejaron últimamente, con una intervención quirúrgica en su cabeza incluida. Pero lo que no podrá borrar esta crónica fúnebre es todo lo que el D10S como lo llamaban, le dio a la grey futbolera. 

Nacido en Villa Fiorito un 30 de octubre de 1960, debutó en la Primera División, defendiendo los colores de Argentinos Juniors cuando era un nene en 1976. Fue convocado por César Luis Menotti para la previa del Mundial 1978 e nuestro país pero lo dejó afuera en el último corte, cuando tres de los que formaban parte del plantel no llegaron a la plantilla final. pero él se encargó de tomarse revancha, primero en 1979 junto a Ramón Díaz y demás, ganando el Mundial Juvenil de Japón. En 1981 se consagró campeón con Boca Juniors, club al que amó desde siempre. Después llegó el momento de emigrar a Europa y lo esperaba el Barcelona, donde ganó tres títulos, sufrió una seria lesión y tuvo que irse para jugar en el Nápoli italiano.

Con el equipo del sur se consagró dos veces en la Liga y una vez en la Copa de la UEFA. Luego recaló en el Sevilla, volvió a Argentina para jugar en Newell's Old Boys, participó del Mundial 1994 en E.E.U.U. donde le dio positivo un control antidóping muy oscuro que lo dejó fuera de los campos por dos años.

Retornó a su viejo amor Boca Juniors para terminar su carrera en 1997. Disputó en clubes 588 partidos convirtiendo 312 goles y dando 207 asistencias. En selecciones fueron 116 los juegos, con 48 goles convertidos y entregando 55 asistencias.

De la vida privada no se trata esta crónica y no somos nosotros quien debamos juzgarle, sí podemos decir con todas las letras que se fue el mejor futbolista argentino de todos los tiempos y sin dudas uno que siempre estará en el podio entre los que alguna vez pisaron la Tierra, aunque muchos digan que fue un extraterrestre, más después de haber convertido ese gol a los ingleses en el Mundial de México 1986, donde fue la figura, el emblema, el líder, el goleador, el equipo y también luego de jugar en el Mundial de Italia '90 con un pie tan hinchado que parecía su muslo.

Le hizo frente a la vida sin tener nada, después lo tuvo todo, lo bueno y lo malo, hoy lo despedimos pero los que tuvimos la suerte de poder verlo en acción sólo podemos decirle GRACIAS DIEGO, nunca manchaste la pelota.