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El martes pasado venció la conciliación obligatoria entre empresarios y gremios del sector aceitero y automáticamente se podía haber llegado a un conflicto. Desde el Ministerio de Trabajo se le solicitó a los gremios una semana más, de forma voluntaria, a la que accedieron, pensando en que en ese lapso de tiempo, se puedan escuchar ofertas que satisfagan los reclamos del sector.
Daniel Yofra, Secretario General de la Federación, uno de los tres gremios, dialogó con Arroyo Al Día de Noche para aclarar cómo está la situación y qué puede pasar en una semana: "La situación sigue siendo complicada de resolver.
No obtuvimos respuesta y creemos que es una clara provocación hacia el gobierno para poder conseguir beneficios, a sabiendas que es uno de los sectores económicos más importantes del país. Nosotros, después de vencido el plazo para la conciliación obligatoria, nos reunimos con el ministerio de trabajo y nos pidieron, que voluntariamente, extendamos la misma una semana, tiempo en el cual intentarán solucionar sus problemas y después nos sentaremos a hablar sobre nuestras paritarias.
Si no llegamos a un diálogo coherente, los trabajadores harán valer sus derechos y ellos saben que nuestro gremio los hace valer con su derecho a huelga, que ya pusimos en marcha en varias oportunidades. Con la huelga siempre hay alguien que pierde, nuestros compañeros están sabiendo eso pero igual eligen las medidas de fuerza porque son conscientes de que no pedimos aumentos exagerados como mucha gente cree, pedimos una revisión del deterioro salarial que hubo en estos últimos meses producto de la pandemia, de la crisis financiera mundial, de la crisis argentina y nosotros no vamos a hacermos cargo de eso. Lo que pedimos está amparado en la Constitución Nacional y lo que establece la Ley de Contrato de Trabajo, que es tener un salario digno que cubra sus necesidades básicas. Yo no tengo la culpa si la sociedad no las leen, nosotros las leemos y las hacemos cumplir.
Lo que pedimos para aceiteros es lo que debería ganar todo trabajador en Argentina, un sueldo de $ 83.000 pero después cada uno se arreglará en su organización si lo reclama, si le parece mucho o poco pero acá estamos pidiendo un salario para que el trabajador pueda vivir dignamente. Estamos en un momento donde todos tenemos que ponernos de acuerdo en la mesa, pero no vamos a estar de acuerdo cuando los trabajadores tengan que bajar la cabeza. Queremos tener una vida digna y no queremos compartir la riqueza de las empresas.
Un aumento salarial vuelve a las localidades cercanas a las empresas. Si seríamos trabajadores pobres nadie mejoraría su situación. Todos deberían hacer lo mismo".
