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La clausura de la planta Worms en Fighiera derivó en una demanda legal que involucró a la comuna de la vecina localidad y el empresario Gustavo Calamari, dueño de la misma. La firma se dedicaba a reciclar residuos y ante el reclamo de habitantes del Bº La Costa de que la planta emanaba olores, la comuna decidió, por decreto, clausurar la planta. Hubo denuncias cruzadas y hace unas semanas, en primera instancia, le dio la razón a la comuna de Fighiera, fallo que apeló ente la Corte Suprema de Justicia de la provincia.
Luego del triunfalismo manifestado por Stangoni y sus abogados, Calamari quiso hablar del tema y lo hizo en Arroyo Al Día de Noche: "Éste es un fallo que tuvieron a favor y que festejaron de manera exagerada, me extrañó el triunfalismo que mostraron. La justicia le dio la razón a ellos en primera instancia, pero apelé el fallo convencido de que no tienen argumentos válidos para hacerlo. Incorporé a un abogado más y tengo la convicción de que el fallo podría ser considerado, aunque no ocurre casi nunca, pienso que se puede dar vuelta y voy a agotar todas las instancias legales para que ello ocurra.
Si la corte de la provincia no me da la razón, iré hasta la de la Nación, porque creo que fue arbitrario el cierre. Tendrían que haberse puesto contentos con la cantidad de puestos de trabajo que ofrecí y que perdieron y si pensamos en las consideraciones para cerrarme la planta,no hay que olvidar que desde Medio Ambiente, le cerraron a la comuna, dos veces el basural y que unas cuantas más se incendió, lo que genera mucho más perjuicio que lo que decían que yo depositaba ahí. Esa agua que dicen que ingresaba con impurezas que dañaban, las usaba para darle a las lombrices, algo que no se hubiese podido hacer si era así porque se hubiesen muerto.
Seguiré luchando por ganar el juicio, siempre pensando en que hice las cosas bien y que ellos fueron arbitrarios. Ésto me hizo aprender mucho y la gente de Arroyo Seco terminó favorecida al instalar la planta en la ciudad, dándole trabajo a muchos de sus vecinos".
Adelantó que en la planta de Arroyo Seco todavía no se pudo instalar por la pandemia la recicladora de neumáticos y que ya compró la licencia para el tratamiento de pilas y de residuos de electrodomésticos y computadoras.
