MarÃa A., se utiliza nombre ficticio para resguardar la identidad de las vÃctimas, vivÃa en Trelew y la historia que protagonizó como victmaria es terrible. La mujer engañó a su hija discapacitada (14) y a dos de las amigas (12 y 14) de la nena con la excusa de llevarlas de vacaciones a Buenos Aires. Sin embargo, todo era una trampa. Las pequeñas fueron drogadas para prostituirlas a $500 para que ella y su pareja pudieran comprarse distintos tipos de droga.
Todo comenzó el 15 de agosto de 2016 en la ciudad de la Patagonia cuando la proxeneta invitó a las otras dos niñas a conocer la principal provincia del paÃs. Tanto MarÃa como su pareja, Walter (44) (también se reserva su identidad), oriundo de Avellaneda, la esperaba para vivir en una casilla precaria en el barrio La Carolina en Florencio Varela.
Apenas dos dÃas después, Rosa, una vecina y amiga de su hija, apareció en la casa de Mara, la madre de Nadia, otra de las niñas y afirmó que algo aterrador: "La gorda (en referencia a MarÃa) se las llevó a Buenos para prostituirla", según indica la nota de Pilar Safatle a Infobae.
Para ello, la propia Rosa volvió a la casa de la madre engañada junto con Anibal Antonio Orihuela, un ex empleado del Ministerio de Agricultura y GanaderÃa de Chubut de 68 años, que era conocido por las propias chicas como "El Brujo" porque, según decÃan y confirmó él mismo ante la Justicia, se dedicó siempre a la ciencia paranormal.
El hombre habÃa visto a MarÃa mientras estaban por viajar a Buenos Aires y afirmó que las habÃa visto "idas", drogadas. Algo que también fue confirmado ante la Justicia por otra vecina.
Fue Nadia, quien logró comunicarse con su mamá desde el celular de Walter para avisarle en donde se encontraba. Al dÃa siguiente un grupo de efectivos de la DDI de Quilmes y de la policÃa de Chubut junto a la Oficina de Rescate y Acompañamiento de Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, una trabajadora social y una psicóloga lograron irrumpir en la precaria vivienda, detener a la pareja proxeneta y rescatar a las niñas.
Los relatos de las vÃctimas fueron coincidentes, una de ellas declaró que MarÃa les dijo que debÃan "trabajar con los hombres" en un hotel y que si no lo hacÃan las iban a echar de la casa. "Más vale que hagan plata, porque acá todas tienen que hacerlo para pagar el alquiler por semana, que son 600 pesos", amenazó Mauricio.
Según figura en el expediente, la pareja se encargaba de llevarlas a una plaza en Once en donde se las llegaban a entregar hasta 10 hombres por dÃa y en donde se cobraba $500 pesos.
Además, las pequeñas contaron que la plata recaudada era gastada principalmente en drogas (pasta base, paco, poxirran, marihuana y cocaÃna) que consumÃan diariamente. Tampoco las proveÃan de preservativos y los clientes no usaban. Lo único que comÃan durante en el dÃa eran algunos alfajores y gaseosas.
Durante la investigación, a cargo de Fernando Gélvez, sostuvo que la materialidad del hecho estaba acreditada asà como también la intervención y la responsabilidad de MarÃa y Mauricio. Por ello pidió 15 años de condena.
Finalmente, el 29 de julio pasado la pareja fue condenada a 12 años de prisión por ser coautores del delito de trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por mediar amenazas, por el número de vÃctimas, su situación de vulnerabilidad y por ser menores.